La Ciencia y los Descubrimientos Científicos

Por: Luiyel Romero

 

Resumen

En este artículo se presenta un análisis sobre la noción de ciencia, a través del cual se busca explicar su significado y naturaleza, como base para la construcción del conocimiento científico. De igual forma, partiendo de una breve explicación relacionada con la postura paradigmática que puede adoptar el investigador durante su búsqueda de información, se establecen diferenciaciones concernientes a los descubrimientos científicos que son posibles de obtener en los distintos tipos de estudios.  En este sentido, se interpretan y argumentan todas las referencias consultadas, se formulan algunas comparaciones entre sí y se expone una breve conclusión sobre el contenido desarrollado.

Descriptores: Ciencia, Conocimiento, Paradigma, Descubrimiento Científico.

La Naturaleza de la Ciencia

Al hablar de ciencia, tradicionalmente se alude a un conjunto de conocimientos adquiridos por el hombre a lo largo de su existencia en el mundo. Sin embargo, con la finalidad de comprender mejor su naturaleza y percibir el significado e importancia que reviste en casi todos los ámbitos de la vida, se plantean algunos razonamientos formulados por destacados personajes que tuvieron presencia en comunidades científicas en diferentes contextos, sin establecer para ello ningún orden específico. De igual forma, se abordan los principales elementos. 
Bunge concebía la ciencia como un conjunto de ideas que el hombre pone en práctica para adecuar su entorno con la finalidad de satisfacer el mayor número de necesidades posibles; el autor hace referencia al tema, plateando lo siguiente:

Mientras los animales inferiores sólo están en el mundo, el hombre trata de entenderlo; y sobre la base de su inteligencia imperfecta pero perfectible, del mundo, el hombre intenta enseñorearse de él para hacerlo más confortable. En este proceso, construye un mundo artificial: ese creciente cuerpo de ideas llamado "ciencia", que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible….
…La ciencia como actividad —como investigación— pertenece a la vida social; en cuanto se la aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufactura de bienes materiales y culturales, la ciencia se convierte en tecnología. Sin embargo, la ciencia se nos aparece como la más deslumbrante y asombrosa de las estrellas de la cultura cuando la consideramos como un bien en sí mismo, esto es como una actividad productora de nuevas ideas (investigación científica). (1997, p.6)

De acuerdo a la cita transcrita, la ciencia es una cualidad derivada del ejercicio de la inteligencia, que solo puede desarrollar la especie humana; la cual sirve para transformar la naturaleza de las cosas de tal forma que resulte mucho más agradable la permanencia en el mundo; como el mismo autor refiere “domar la naturaleza y remodelar la sociedad” (p.23). Produce un conocimiento caracterizado por la racionalidad, sistematicidad, exactitud, verificabilidad, pero también por su falibilidad; ya que se adquiere a través de un proceso donde se realizan diferentes estudios siguiendo una serie de pasos que llevan implícitos la comprobación de resultados, pero que está sujeto al riesgo del error humano.
Kuhn hablaba de ciencia normal refiriéndose a la “investigación basada firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior.” (2004, p.33). Según el autor, “La ciencia normal es una actividad altamente determinada, pero no necesita estar determinada enteramente por reglas.” (p.79) Y para justificarlo, el autor presenta una explicación sobre paradigmas compartidos, los cuales más que reglas, son suposiciones y puntos de vista convergidos, que sirven como fuente de coherencia para las tradiciones de la investigación normal; donde las reglas se derivan de los paradigmas, pero éstos pueden dirigir la investigación sin necesidad de reglas.
La teoría kuhniana se orienta a demostrar la relevancia histórica que merecen los cambios y revoluciones científicas que han tenido lugar a lo largo del tiempo para establecer el verdadero significado de ciencia. El autor rechaza la dogmatización que pretenden imprimir muchos de los textos referentes al tema y alude que  los paradigmas que han predominado en las diversas comunidades han definido los criterios para su interpretación. Al punto que afirma que “la ciencia ha alcanzado su estado actual por medio de una serie de descubrimientos e inventos individuales que, al reunirse, constituyen el caudal moderno de conocimientos técnicos.” (p.218)
En correspondencia, Habermas advirtió que “En la medida en que la ciencia y la técnica penetran en los ámbitos institucionales de la sociedad, transformando de este modo a las instituciones mismas, empiezan a desmoronarse las viejas legitimaciones.” (1986, p.54). Lo cual tiene que ver, en gran parte, con los cambios paradigmáticos referidos por Kuhn y el modo de ver la vida misma. El autor, citando a Marcuse en varios pasajes, hace énfasis en la relación existente entre ciencia y técnica como funciones de legitimación de dominios y como fuerza productiva; lo cual las convierte en un capital preciado para fomentar el progreso técnico y científico. De igual forma, Habermas resalta que las ciencias modernas generan “un saber que por su forma (no por su intención subjetiva) es un saber técnicamente utilizable, si bien, en general, las oportunidades de aplicación solo se dieron posteriormente.” (p.79). Esto quiere decir, que la ciencia junto con las técnicas implícitas, producen un conocimiento útil para mejorar ciertas condiciones del entorno, dependiendo del tema que se aborde. También resalta la racionalidad como característica fundamental de las ciencias.
Según Pérez (1998), para los filósofos clásicos de la ciencia, desde Descartes hasta Hume, la ciencia entendida como la posibilidad de conocimiento, era un problema, puesto que buscaban dar una descripción racional de los hechos, llevándolos a una razón teórica. Sin embargo, con la aparición de las ciencias sociales, los filósofos de la ciencia que surgen, consideran la ciencia como un dato, donde el problema real está en encontrar cómo aplicar ese dato del saber científico a un objeto que se supone más complejo, que es el hombre, la intersubjetividad y la sociedad misma. Esto guarda relación, con la adopción de las técnicas y la legitimidad que estas puedan tener dentro de las comunidades científicas; lo cual determina la veracidad del conocimiento, según los criterios y paradigmas de los científicos participantes. Este autor, busca explicar desde el punto de vista filosófico, las diferencias que se presentan entre las investigaciones llevadas a cabo en las ciencias naturales y las relativas a las ciencias sociales; donde las características del objeto de estudio difieren considerablemente, ya que en el primer caso, se trata de objetos pasivos, mientras que en el segundo caso es complejo e inconstante.
No obstante, Casares (2005) afirma que una cosa es el modus operandi de cada científico y otra la teoría de las ciencias, que los contiene en aparente unidad. Donde, según el autor, la teoría de las ciencias aspira dotar de un sentido más amplio el espacio formado por el mayor número de resultados gnoseológicos; y esto implica lo metodológico, ontológico, ético y social, entre otros planos del proceso científico. Cuando el autor habla de modus operandi, hace alusión a las técnicas, puesto que son ellas las que constituyen la sistematización, definiendo los pasos a seguir para llegar a un resultado específico, sirven para dar forma al proceso de investigación y llevarlo a feliz término. Ahora bien, estas técnicas entran en el plano metodológico, y son elegidas de acuerdo a la postura paradigmática del investigador, la cual debe centrarse en una determinada teoría; ya que en ese punto entran en juego las preconcepciones de los sujetos que llevan a cabo la investigación, bien sea de manera consciente o inconsciente. 

Emergencia de los Descubrimientos Científicos

En este punto, es importante considerar el Paradigma Base y la evolución histórica que ha tenido el proceso de Investigación Científica. Al respecto, Echeverría (2005) define como paradigma base a la matriz fundamental de sentido sobre la cual se han registrado importantes transformaciones durante el desarrollo histórico de las ciencias.  El autor se apoya en el término paradigma utilizado por Kuhn, para explicar las diferentes posiciones que podían adoptar los científicos durante sus investigaciones. No obstante, aclara que Kuhn lo empleó para referirse a “un núcleo central de definiciones y reglas al interior de una disciplina, a través del cual se configuran no sólo el objeto de análisis, sino también las preguntas pertinentes y las formas aceptadas de responder a ellas.” (p.9); lo cual sirvió para identificar las distinciones entre lo que es considerado real, de acuerdo a la capacidad de conocimiento, el sentido de la existencia, los criterios de validez argumental y la estructura de la sensibilidad que se encuentran en el interior de una disciplina y sus descubrimientos científicos. El autor explica además que:

Se trata de dominios diferentes pero fuertemente articulados y comprometidos en sus respectivas opciones. En este sentido, se trata de un núcleo muy anterior al de los paradigmas disciplinarios de que nos habla Kuhn para las ciencias y donde se define, por ejemplo, la propia posibilidad y carácter del quehacer científico. (p.9)

En virtud del concepto formulado por Echeverría, puede entenderse entonces que el paradigma base viene a representar una especie de techo bajo el cual se desarrollan varios paradigmas más específicos, que difieren en ciertos aspectos entre sí pero que mantienen unas raíces comunes. Resultando muy importante y beneficioso para las comunidades científicas por cuanto le imprime mayor validez a las investigaciones, dada la existencia de fundamentos básicos compartidos aunque sean cuestionadas algunas prácticas. Vale destacar, que en el transcurrir del tiempo, los paradigmas de base no han sido siempre los mismos sino que han sufrido notables transformaciones; lo cual se atribuye a las diferencias culturales presentadas entre diversas sociedades.
Las transformaciones ocurridas en el seno de los paradigmas base han simbolizado momentos de crisis en las comunidades científicas por la naturaleza de sus descubrimientos científicos, Echeverría las identifica como crisis de sentido y cultural.  Lo cual conlleva a la reconsideración de la filosofía, relacionándose entonces el paradigma base con la metafísica, en lo que respecta a la definición de lo real; con la epistemología, en cuanto a la definición del conocimiento; con la lógica, por la definición de los procedimientos válidos de argumentación; con la ética, por sus definiciones fundamentales sobre la existencia y el comportamiento humano;  y con la estética, por cuanto implica la definición sobre lo bello y lo imaginario. De allí, que el aporte filosófico ha jugado un papel muy importante en el desarrollo de las ciencias. El autor afirma que es conveniente estudiar retrospectivamente la relación entre la filosofía y el sentido común; puesto que, ambos dominios pueden desarrollarse en forma autónoma dado el alto grado de afinidad y compenetración que tienen lo cual se manifiesta como una fuerte correspondencia entre sí. Asimismo, las diferencias existentes entre el pensamiento filosófico y el sentido común, demuestran que ambos dominios influyen en los principios fundamentales.
Cada crisis presentada sirve para fortalecer las investigaciones científicas, y ello a su vez coadyuva al desarrollo de las ciencias en general. Considerándose, que son las resoluciones de esas crisis las que permiten que los puntos de ruptura converjan en una nueva síntesis cultural, provocando la constitución de un nuevo paradigma base. Lo cual deriva en una reestructuración de las categorías fundamentales y distinciones primarias, para transformar radicalmente la estructura del sentido común.  Los cambios paradigmáticos pueden surgir producto del mismo desarrollo científico y tecnológico, que abre un abanico mayor de posibilidades para la búsqueda de información, dándole madurez a la actividad científica. De igual forma, son importantes los cambios culturales que se manifiestan en el seno de las sociedades, ya que van despejándose tabúes y aceptándose prácticas que en tiempos pasados se consideraban inaceptables.
Es evidente que la evolución histórica de las investigaciones científicas implica en gran medida muchos cambios paradigmáticos; puesto que la ciencia representa una actividad desarrollada por el hombre en búsqueda del saber, y como tal, está sujeta a la inteligencia humana, involucra el pensamiento y la interpretación. Esto quiere decir, que en la medida que el hombre mismo crece y se desarrolla también lo hacen sus actividades y descubrimientos científicos. Además, es normal que del ensayo y error pueda obtenerse el conocimiento, y en este sentido, las técnicas de investigación pueden perfeccionarse en el tiempo. Del mismo modo, la experiencia, creencias y valores de los científicos que surgen en generaciones emergentes ejercen influencia en los cambios producidos, por cuanto les permiten estudiar, contrastar y cuestionar teorías previamente establecidas, así como descubrir nuevos conocimientos; dando lugar a las crisis.
Al respecto, Echeverría alude cambios de paradigma base desde la antigüedad clásica a la Edad Media y de la Edad Media a la Modernidad; afirmando además que se atraviesa un período donde se vislumbra un gran giro filosófico, que representa la antesala de una profunda transformación del sentido común y por ende, del sentido de la existencia y de la acción. Para el autor, se avecina una era llamada postmodernidad.

CONSIDERACIONES FINALES

En virtud de los razonamientos antes presentados, se puede decir a modo de conclusión que la ciencia representa una actividad humana que consiste en la búsqueda del saber, cuyos inicios se orientaron al conocimiento del mundo exterior con fines descriptivos y explicativos, pero que en el transcurrir de los años, su principal propósito se centró en la transformación de realidades con la finalidad de hacer más placentera la existencia. En el recorrido por perfeccionar su significado e implicaciones, han surgido varios puntos de vistas, debates, posiciones encontradas, crisis y otros acontecimientos que admiten discrepancias en los procesos llevados a cabo para la obtención del conocimiento, lo cual se ha atribuido a los diferentes paradigmas que guían los procesos investigativos y delimitan las técnicas a utilizar en cada caso. Sin embargo, indistintamente del enfoque que se tenga, la ciencia se caracteriza por ser sistemática y racional; lo cual se manifiesta en el proceso científico en la metodología que debe conducir los procedimientos empleados y la valoración e interpretación de los hechos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


Bunge, M. (1997) La Ciencia, su Método y su Filosofía. Editorial Sudamericana. Buenos Aires.  Disponible en: http://users.dcc.uchile.cl/~cgutierr/cursos/INV/bunge_ciencia.pdf. Consultado el 01 de junio de 2015.
Casares, A. (2005), Las Raíces del Saber Científico: Trayectoria para una Teoría Rizomática de las ciencias. A Parte Rei, Revista de Filosofía. Disponible en: http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/. Consultado el 01 de junio de 2015.
Echeverría, R. (2005) El Búho de Minerva. J.C.Sáez Editor.
Habermas, J. (1986) Ciencia y Técnica como Ideología. Tecnos, Madrid. Disponible en: file:///C:/Users/Mipc/Desktop/Uny_2015_2/Sem_Filosof%C3%ADa_Ciencia/Ciencia-y-t%C3%A9cnica-como-ideolog%C3%ADa1.pdf Consultado el 01 de junio de 2015.
Kuhn, T. (2004) La Estructura de las Revoluciones Científicas. Octava reimpresión. Fondo de Cultura Económica, México.
Pérez, C. (1998) La filosofía de la Ciencia. Argumento general del libro Sobre un Concepto Histórico de Ciencia (2da. Edición), Edit. LoM. Disponible en: http://users.dcc.uchile.cl/~cgutierr/cursos/INV/perez.pdf. Consultado el 01 de junio de 2015.


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